La turista Valeria Fuentes se queda tirada, ofreciendo su cuerpo a cambio de alojamiento. Se entrega a la exploración anal y las habilidades orales, satisfaciendo a su pareja con un final facial.
Valeria Fuentes, una turista varada, se encuentra en una situación pegajosa sin dinero para pagar su alojamiento.Desesperada y sola, recurre a la única persona que puede salvarla: el dueño del hotel.No está exactamente emocionado con su propuesta, pero su oferta seductora es demasiado tentadora para resistirse.Comienza dándole placer oralmente y luego pasa a explorar su puerta trasera.Le provoca con los dedos, empujándolos profundamente en su culo, antes de tomarlo en su boca.El dueño del hotel está completamente satisfecho y, como regalo de separación, la recompensa con una facial desordenada.