Me rendí a la seducción de mi hermanastro, cayendo por su toque hábil en un encuentro ardiente. Pasé mis manos por sus gruesos brazos musculares, clavándole las uñas y le dije que siguiera adelante y explorara mi coño afeitado y seductor de cerca, asegurándome de capturar cada pulgada en la cámara.