Una chica un poco más joven que yo, se estrelló en la cara con un reloj con incrustaciones de joyas, carga en el escritorio de los empleados, corre por el pasillo para acercarse a la codiciada pila de rubíes y topacios. Sin embargo, pero el gerente no es una dama con la que jugar y, en consecuencia, la castiga de la manera más íntima posible.