La escena comienza con una pequeña rubia acostada en la playa, con una falda corta y tacones altos. Su pareja entra en la habitación y comienza a besarla apasionadamente. Comienzan a besarse en el agua, lo que pronto se convierte en una sesión de sexo al aire libre. Se escuchan los gemidos de placer de la mujer mientras explora su propio cuerpo, disfrutando de cada centímetro de sus pequeños pechos con su lengua.